La década de los 50 fue perfilando progresivamente la estructura de la empresa que, en 1960, se convertiría en Sociedad Anónima. Durante este tiempo se abrió una nueva etapa de asentamiento del producto Irizar y de apertura a nuevos mercados.
Además de empezar a fabricar los primeros autocares para clientes del País Vasco, Irizar comenzó la expansión hacia Madrid, Barcelona, Málaga y Sevilla.
La importancia del diseño se empezó a palpar hacia el año 1956, cuando incorporaron el primer bastidor nuevo, procedente de Pegaso, con motor diésel.
Este hecho fue patente con la realización de un moderno carrozado en 1957 para Auto-Pullman que destacó por su diseño novedoso.
Entre 1955 y 1960 la compañía Irizar, no sólo realizó carrozados cada vez más evolucionados para autobuses de línea, sino que también se confirmaba en el interesante mercado de los autobuses urbanos. Irizar amplió su clientela acondicionando autobuses originales ingleses de dos pisos para la Compañía del Tranvía de San Sebastián.
A finales de los cincuenta prepararon un modelo para la línea Hernani-Aiete-Donostia dependiente de la compañía Autobuses urbanos Garayar Hnos., que contaba con un parque de vehículos ya anticuado.
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